-Fue espectacular la despedida en el hotel Los Lebreros…
-Fue una sorpresa para los jugadores. Yo lo que tengo grabado son las caras. Cuando dobla el autobús y ven a los biris, con pancartas… es increíble. Te ilusionas por ellos. Yo con el primer equipo también he vivido momentos muy emotivos, pero en este caso disfruté mirando sus caras. Ahí no hace falta charla motivacional. Yo les digo que esos momentos pasan, los tienes que disfrutar y la forma de devolverlo es darlo todo en el verde. Ese impulso que nos dieron allí y toda la gente que se desplazó a Logroño hizo del pasado un fin de semana muy especial.