Directo al corazón

Pero en el caso de Emery es inevitable reconocer que aún no tiene ganado el corazón sevillista, ni le late o parece que no le late de la misma forma. El sevillista no se indentifica con él como lo hace el bético con Mel. Para Emery, el corazón sevillista no es un medio, es un objetivo. Quiere salir triunfador del derbi, más allá de los beneficios contractuales, para introducirse, colarse en el corazón del sevillista de a pie, quiere identificarse con ellos a través de la más dulce de las victorias, ante el eterno rival.

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