Marcos Acuña pudo haber sido expulsado en el día de ayer, cuando al acabar el partido se dirigió al árbitro para hacerle unas observaciones.
Algo de los comentado no le tuvo que gustar al colegiado, que amonestó al argentino, entrando este en cólera, hasta el punto de tener que llegar Dmitrovic para alejarlo del trío arbitral.
El serbio pudo evitar, no sin complicaciones, que Acuña pudiese haber visto una nueva expulsión, como ocurrió el día del Celta, y que le costaron dos encuentros de sanción.
Lo que sí provoca esta amarilla, es que el lateral se encuentre apercibido, ya que es la novena desde que comenzara LaLiga, dando lugar a que probablemente se pierda algún otro partido antes de final de temporada.
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En zona mixta, se le cuestionó por el motivo de dirigirse así al árbitro y si se debía al penalti reclamado a Ocampos en la primera mitad: «No, aún no hablamos de esa jugada ni la he podido ver repetida, así que no puedo decir nada. Mi enfado se debe a que no pudimos ganar, a pesar de las ocasiones creadas».
