Primer sinsabor para el Sevilla después del retorno del fútbol. Los blancos echaron a perder un excelente trabajo en su visita al Levante en La Nucía por la sencilla razón de que tal vez fueron devorados por esa herramienta que les han puesto a su disposición a los entrenadores para que efectúen hasta cinco sustituciones. Julen Lopetegui no ha sido ajeno a esta posibilidad y no sólo fue capaz de realizar tres sustituciones al mismo tiempo para debilitar de golpe a un equipo que hasta ese instante mandaba sobre el césped sino que después de un mensaje conservador fue castigado con dureza por las circunstancias de apostar por un doble lateral izquierdo, precisamente la zona por la que llegó el empate del rival.