Dando por hecho de que no siempre se podrá y que la lectura de cada partido depende en buena medida del rival y sus características, ayer, una vez más, volvió a dejar claro Ben Yedder que su capacidad arriba para hacer goles es absoluta, pero también dejó en evidencia otro dato llamativo que su entrenador, Machín, debe tener claro: su juego es más efectivo con alguien al lado. Otro delantero. Dos atacantes y más espacios arriba por un asunto de sentido común.