Todos los futbolistas entraron al partido con la intensidad que requería, sobresaliendo sobre el resto dos de los fichajes de esta temporada: Óscar e Idrissi. Óscar fue el mejor jugador del Sevilla sobre el césped artificial del Ciudad de Lucena. El canterano del Real Madrid estuvo vivo para abrir la lata en el minuto 2 y para forzar el penalti que supuso la sentencia del partido al filo del descanso. Idrissi exhibió las cualidades que hicieron que el Sevilla apostara por él en verano: velocidad y disparo. La primera se vio en la jugada del 0-2, cuando galopó por la banda izquierda y sirvió en bandeja a De Jong el gol. Con el disparo, en cambio, no tuvo tanta suerte puesto que el palo se interpuso en su camino.