Fue a través de un comunicado recogido por distintas agencias de prensa el pasado 5 de diciembre, tras una reunión del Comité Ejecutivo de la UEFA, cuando quedó removida bajo una importante repercusión la situación de los clubes que trabajan/colaboran con grupos de inversión, caso del Sevilla, que tiene hasta tres futbolistas y sus derechos económicos compartidos con Doyen Group (Babá, Kondogbia y Botía).