– ¿Qué recuerdos le quedan de su paso por LaLiga?
– En el Sevilla logramos cosas importantes. Más allá de cómo me valoren, Duscher quedó tercero con el Sevilla. Me vacié por el equipo como he hecho siempre. El jugador argentino tiene eso, que siempre se vacía. Entramos en Champions y ganamos una Copa.
– Llegó al Sevilla en un momento complicado, se hablaba mucho de Duscher-Romaric.
– Pero Duscher y Romaric se vaciaron por el Sevilla y jugaban antes que otros por algo. Llegué en un momento en el que se fue uno de los mejores del mundo en su puesto, como Poulsen, y Keita. Y quedamos terceros. El segundo año tuve un problema con Del Nido por la renovación porque me prometieron una cosa si nos metíamos en Champions y después no se cumplió y cuando falla la honestidad hay un problema. Vinieron nuevos jugadores, pero más allá de lo deportivo está la persona porque si hoy te cruzas conmigo, con qué cara me vas a mirar. Con la afición me quito el sombrero porque cuando volví con el español me ovacionaron. Y lo que pasó conmigo no quita que Del Nido fuera un gran presidente para el Sevilla. Aunque es importante tener a alguien como Monchi. Tiene un ojo muy fino.