Al término del partido en el municipal City of Manchester Stadium, muchos aficionados y analistas coincidían en una conclusión que ya se venía atisbando en partidos anteriores: el Sevilla, con Bacca, habría ganado. El dubitativo arranque del equipo de Unai Emery ha estado condicionado por muchos factores, desde las dudas del entrenador hasta las bajas o la adaptación de hasta diez jugadores nuevos. Pero sobre esos factores empieza a colegirse que hay uno que destaca sobre los otros, pues incluso en malos partidos como el de Levante o en otras versiones mejoradas coma la de Éibar, al equipo le faltó pegada, definición en el área contraria.
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