Cuando en los últimos minutos del plazo de inscripciones (pasado día 2 de septiembre) se conoció que Maduro finalmente no se desvincularía del club de Nervión y que, por lo tanto, no ficharía por el Hamburgo, parecía evidente que la situación en la que se iba a quedar estaría marcada por una total inestabilidad. Al quedarse sin ficha federativa, el holandés pasó a una posición bastante complicada al no poder jugar y abogó por esperar unos días para volver a hablar con el director deportivo, Monchi, con el fin de buscar una solución. Sin embargo, el de San Fernando, que comenzó entonces sus vacaciones, no se pudo reunir con el mediocentro y la desesperación de Maduro fue a más.