Lo decía el presidente Castro no hace mucho: el Sevilla paga a sus jugadores casi por encima de sus posibilidades. El famoso lema del dinero, en el campo. En concreto, el coste por jugador de media, impuestos incluidos, es de dos millones de euros por cabeza, multiplicado por 25 fichas. Ese tipo de sueldo le permite acceder a futbolistas de alto nivel que luego a su vez le concede la opción de jugar y ganar en campeonatos.