Ahora el colorido le tocará darlo en la vuelta a la afición sevillista, que a buen seguro que disfrutará con la ventaja que lleva su equipo a Nervión. Será difícil que se agoten las 850 destinadas a los béticos. Pocos, por no decir ninguno, confían en la remontada, así que el Betis, después del esperpento de ayer, se puede ver sólo en casa del eterno rival.