Con lo que los dos grandes se gastan en un jugador, el Sevilla arma todo un equipo. Año tras año, se reinventa y sigue ganando. Es el milagro de Monchi.
Con lo que los dos grandes se gastan en un jugador, el Sevilla arma todo un equipo. Año tras año, se reinventa y sigue ganando. Es el milagro de Monchi.