En la planta noble del Sevilla siempre han vivido tranquilos con respecto a la estancia en el club del que es uno de sus buques insignia, el palaciego Jesús Navas. De carácter introvertido y con una compleja situación personal que le hacía entrar en ataques de ansiedad cuando se alejaba más de tres días de su entorno familiar, la dirección deportiva siempre ha estado tranquila con las escasas opciones de que su estrella pudiera emigrar un día del club en el que se cultivó como futbolista.
