La dirección deportiva del Sevilla, que tenía la palabra del futbolista y de su representante, Pedro Aldave, entiende que lo sucedido la pasada semana ha sido una falta de respeto y por ello rompió la negociación en cuanto supo las intenciones, que eran claramente las de encarecer el producto usando el nombre y el interés mostrado por el Sevilla.