Como ya avanzamos la pasada semana, el ex sevillista Sergio Ramos está a punto de convertirse en jugador de Rayados de Monterrey.
Sin equipo desde que abandonara el Sevilla FC el pasado mes de mayo, el futbolista se ha mantenido en forma con entrenamientos en solitario, a la espera de una propuesta que le satisfaga.
Con opciones de jugar en varios países, incluso con la propuesta de los dirigentes sevillista para seguir, finalmente se ha decantado por jugar en el fútbol mexicano.
Allí coincidirá con sus ex compañeros Óliver Torres y Lucas Ocampos, siendo este último un parte fundamental para su aterrizaje en el país azteca, ya que mantiene una gran relación con el camero.
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Firmará un contrato hasta el mes de diciembre y tendrá la posibilidad de jugar el Mundialito de clubes, algo que también le atraía, como la opción de superar los 1.000 partidos como profesional, que tiene a tiro de 4 encuentros por disputar.
