Se filtraba en la prensa deportiva francesa que estaba convenciendo a Thomas Tuchel, hasta el punto de que en el París Saint-Germain estimaban como una excelente operación ejercutar la opción de compra por Sergio Rico, de 10 millones de euros, que había negociado con el Sevilla FC en el préstamo del cancerbero. Todo dio un vuelto, sin embargo, el pasado 23 de febrero. Un 23 de febrero fatídico. El del Girondins de Burdeos podría haber sido el último de Rico como portero del PSG, dado que acabó muy señalado. El cuadro parisino terminó ganando ese envite, por 4-3, si bien, salvo en el imparable tanto de Rubén Pardo, tuvo una serie de errores inexplicables y desde el primero se mostró tremendamente nervioso.