Esta semana, una exclusiva de El Confidencial dio la vuelta al país, al desvelar que Kike Salas había sido detenido por la policía, supuestamente metido en un lío de apuestas ilegales y amaños deportivos.
Según las fuentes policiales, el central y lateral del Sevilla, habría provocado varias tarjetas amarillas, para que personas de su entorno se enriquecieron con apuestas.
Esto fue denunciado por la propia empresa, ya que pudieron comprobar que tenían relación con el futbolista y habían metido importantes cantidades de dinero, con unos 9.000 euros de beneficio.
Según parece el jugador canterano del Sevilla está muy tranquilo, porque está convencido que no ha cometido ningún delito, mientras el club se acoge a la presunción de inocencia y confía en la palabra del canterano.
En el Sevilla quedaron muy sorprendidos, por el despliegue policial a la hora de detenerlo en la Ciudad Deportiva, y es que los agentes de la autoridad tenían prisa por evitar que Kike Salas borrara algo importante de su teléfono móvil.
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Este fue requisado y clonado, ya que puede ser fundamental para determinar si es culpable o inocente, si encuentran alguna conversación con los acusados que incrimine al sevillista.
Los nervionenses esperan acontecimientos ya que entienden que por lances del juego, es muy difícil demostrar su participación en el posible amaño.
