Pepe Castro se dirigió a los Fieles de Nervión en un emotivo discurso en donde pidió que se siga siendo exigente, habló de los sevillistas que perdieron la vida en la pandemia, del dinero por Bertoni, del agosto del 95 y del nuevo Estadio. Este fue su discurso completo:
Tres años después de la última edición, hoy martes 21 de junio recuperamos el gran encuentro de los Fieles de Nervión. Nos reunimos aquí más de 4.500 sevillistas para vivir una de esas noches que nos convierten en un club diferente.
Soy de los que piensa que este acto nos distingue y engrandece como entidad desde que se puso en marcha en 2009. Y digo esto porque no hay nada más justo ni más loable que rendir tributo a tu fiel infantería, la que siempre estuvo, la que siempre está, la que siempre estará… Homenajeamos a esos socios y socias que nunca le dijeron nunca al Sevilla Fútbol Club. Siempre presentes y a la orden, siempre por y para Nervión.
Sin embargo, hoy aquí no estamos todos. Hoy nos faltan abonados que se nos han ido en las dos últimas campañas, en las que no pudimos organizar el encuentro de Fieles de Nervión por culpa de la maldita pandemia.
Por eso, en memoria de aquellos fieles que nos han dejado, aquellos fieles que estuvieron aquí en 2019 y que no pueden estar hoy, en memoria de su sevillismo fiel y valeroso, pido a todos que miremos al cielo y les dediquemos un fortísimo aplauso.
Hoy se estrenan como Fieles de Nervión aquellos abonados que sacaron su primer carnet en las temporadas 94-95, 95-96 y 96-97. Todos recordamos aquella época, tan diferente a la actual.
Por aquel entonces, luchábamos en la calle por esa permanencia en Primera División que nos querían arrebatar en el despacho, celebrábamos como locos el gol de Suker ante el Olympiacos que nos metía en unos simples octavos de final de la UEFA y llorábamos desconsolados por el descenso del Tartiere, después de más de veinte campañas consecutivas en Primera División.
Hoy, tanto las lágrimas como las alegrías tienen un sabor muy distinto. Hoy el Sevilla Fútbol Club no celebra una clasificación europea, porque ya no sólo jugamos en Europa. Hoy jugamos un año sí y otro también la Champions.
Hoy no lloramos por un descenso, lo hacemos al recordar éxitos recientes, momentos únicos que nos han convertido, entre otras cosas, en el rey de la UEFA Europa League.
Y me remonto a tiempos aún más pretéritos, porque muchísimos fieles que estáis aquí vivisteis épocas verdaderamente complicadas.
Hoy no les pedimos dinero a los socios para cerrar nuestro estadio. No, hoy el club realiza una reforma integral del estadio y consigue traer una final europea a Sevilla que ha dejado muchos millones de euros en nuestra ciudad.
Hoy, de hecho, miramos al futuro con ambición para terminar este estadio Jesús Navas, levantar un área exclusiva del primer equipo y diseñar el Ramón Sánchez-Pizjuán del futuro, pensado para los próximos 50 años.
Hoy tampoco pedimos dinero a los socios para fichar a un campeón del mundo como hicimos cuando trajimos a Bertoni. Hoy tenemos a un campeón del mundo formado en nuestra cantera, nuestro capitán, Jesús Navas.
Hoy, en definitiva, podemos decir que hemos recuperado aquella grandeza de la primera mitad del siglo XX que sólo los Fieles más antiguos recordáis.
Hoy, en definitiva, nuestro Sevilla no tiene nada que ver con el Sevilla al que la mayoría de nosotros nos abonamos por primera vez.
Y si eso ha ocurrido, si hoy el Sevilla ha recuperado la etiqueta de grande del fútbol español, es en gran parte por vosotros, los más fieles, los que nunca dejasteis solo a este club, los que lo empujasteis en sus momentos más complicados, los que salisteis a la calle en agosto del 95, los que renovasteis vuestro carnet en el verano del año 2000 cuando volvíamos al infierno por segunda vez en tres años…
Vosotros, los Fieles de Nervión, tenéis mucha culpa del gran Sevilla que hoy disfrutamos.
Por eso vuestra fidelidad no tiene precio. Por eso vuestra fidelidad merece ser aplaudida y honrada. Por eso, en definitiva, estamos hoy aquí.
Seguid empujando, seguid siendo exigentes y a la vez generosos, porque vuestra exigencia cincela nuestra determinación por seguir creciendo. Y porque vuestra generosidad alimenta nuestro firme compromiso por daros aún más gloria.
Seguid ahí, porque todos juntos estamos llamados a afrontar ilusionantes retos en la próxima temporada. Y, no lo dudéis, con vosotros al frente siempre será más fácil. Y será mejor, mucho mejor.
Gracias por vuestra entrega. Gracias por vuestro sevillismo. Iremos a por más. ¡Viva el Sevilla Fútbol Club! ¡Viva el Sevilla Fútbol Club!