«Quiero escuchar el sonido del pase», resonaba un técnico que, aun con los ojos cerrados, quiere sentir la capacidad combinativa de sus futbolistas. Una habilidad de la que el Sevilla hizo gala durante la primera jornada liguera, cuando tuvo la pelota un 74 por ciento del tiempo y se convirtió en el equipo con mayor índice de posesión de la Liga, superando al Barça, que se quedó en 73. Cerca de 600 pases que sirvieron para disponer de 16 remates, 11 de ellos entre los palos.
