LaLiga «recomienda un periodo aproximado de 15 días de entrenamientos por grupos y/o colectivos previos a la vuelta a la competición». Y de ahí viene la queja de Lopetegui, que entiende que sus futbolistas asumirán el mismo riesgo durante el periodo de entrenamientos grupales con un máximo de ocho futbolistas que si ya están todos juntos. Y por tanto solicitó el viernes que LaLiga sea flexible en la aplicación de la fase 4 y la anticipe sobre el tiempo estipulado para la fase 3. Los futbolistas ya son reticentes a estar separados de sus familias dos semanas y más lo estarán si se alargara esa etapa en una o dos semanas más, como quería Lopetegui, quien pidió «romper con el miedo» en pro de una buena mentalidad del jugado. Otro inconveniente que los entrenadores, empezando por Lopetegui, deben afrontar es la imposibilidad de fijar un cronograma de preparación, al no saberse aún la fecha de la vuelta de la Liga.