Con Maxime Gonalons, de 29 años y 1,87 metros, Machín gana un buen puñado de soluciones, más allá de poder oxigenar a Banega en las rotaciones o acercarlo a la portería contraria «desatando» su fútbol. Con el francés, por ejemplo, el equipo también suma envergadura en el juego aéreo y en las acciones a balón parado que tanto trabaja el cuerpo técnico del soriano. Incluso le brinda la opción al entrenador, cuando lo demanden las circunstancias, de volver al sistema de dos mediocentros y un delantero, con mayores garantías de las que ha dispuesto hasta ahora. El factor Gonalons abre el abanico y debe aumentar la competitividad.