Hoy se cumplen 15 años de quella noche del 27 de abril que hermanó para siempre al Sevilla y al Schalke. Curiosamente, tres lustros más tarde y al mismo tiempo que bajo la tutela de Monchi el Sevilla no para de crecer, el histórico club de Gelsenkirchen acaba de confirmar el descenso de categoría después de 30 años seguidos en la Bundesliga. Unos en el infierno, otros en un cielo cada vez más alto del que no se quieren bajar y que comenzó a pintarse de celeste gracias al ángel de zurda de diamantes, Antonio Puerta.