A Unai Emery le gusta la exigencia del partido de El Molinón, un encuentro inoportuno y espinoso, con el equipo cargadísimo y el horizonte inmediato de un derbi y unas semifinales europeas. El contexto, con más picante aún porque el Sporting se juega la vida, es el ideal para que el Sevilla responda a la presión. Al menos, eso dijo.
