La firma de todos los componentes del vestuario no ha sido sencilla, más bien todo lo contrario. Ya informaba MARCA sobre dos o tres miembros de la plantilla que se habían negado a la rebaja salarial. El club los incluyó en el ERTE y, con esta medida de presión, se pudo desencallar a última hora un acuerdo beneficioso para las partes, pero sobre todo para el club. Fuentes de la negociación desvelan que una parte importante del mérito de alcanzar el punto exacto del acuerdo recae sobre los hombros del entrenador del Sevilla, Julen Lopetegui. El vestuario lo considera un entrenador «cercano, justo y con el que se puede hablar de absolutamente todo». Esa proximidad, casi paternal en algunos casos, también ha ayudado a que finalmente el plantel haya firmado el documento.
