En Nervión tienen muy claro el precio del francés -40 millones- y lo cierto es que preferirían no desprenderse de él una vez que ya han salido dos hombres de peso como Vitolo e Iborra. Y quien menos lo desea es el entrenador, Eduardo Berizzo. Lo está viendo de cerca en el stage de Japón y le considera una pieza fundamental para el crecimiento del equipo. Su precio actual ha echado para atrás a la Juventus, que en enero estaba dispuesta a pagar los 30 millones que marcaban su cláusula. Ahora no se termina de decidir. Ningún club ha llamado al Sevilla para poner los 40 encima de la mesa. Y en Nervión no hay prisa.
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