Alguien que recibió el bautismo en la pila del baptisterio del Duomo tiñe su credo futbolístico de morado. Es lo que le pasó a Massimo Sardelli, sevillano de adopción, casado con una sevillana y con hijos sevillanos… pero tiffoso acérrimo de la Fiorentina, ese último escollo del Sevilla hacia Varsovia.