El Liverpool sufrió ayer un duro varapalo. Virgil Van Dijk, su baluarte en defensa, cayó lesionado en una acción muy fea y los pronósticos hablan de una posible rotura de ligamento cruzado que le apartaría varios meses de los terrenos de juego. El club de Anfield está obligado a fichar en la próxima ventana si quiere luchar por todos los títulos. Monchi es uno de los que se frota las manos, ya que el Sevilla cuenta con dos de los centrales con mejor reputación del momento y el Liverpool podría perder la cabeza y pagar una importante suma este invierno para que el central brasileño juegue en Anfield, lo que sería una gran pérdida para los del Piuzjuán, pero también una gran venta.