El máximo goleador de la Copa del Rey (seis tantos) tuvo que esperar su oportunidad desde el banquillo. Unai Emery decidió darle la última media hora de partido. El delantero procedente del Liverpool saltó a la hierba de Los Cármenes en el minuto 63 sustituyendo a Éver Banega y con el marcador 0-2 favorable al Sevilla. Y, lo que son las cosas, Aspas se convirtió en el hombre señalado por todos (sin nombrarlo nadie) debido a una extraña relajación que se tradujo en una alarmante falta de eficacia ante el marco contrario que estuvo a punto de costarle muy cara al Sevilla.