El modelo del gran Sevilla se ha basado en comprar a bajo precio para vender a altas cantidades, una sistemática ejemplar «que deberían seguir el resto de sociedades», según destacó hace poco el propio director deportivo, pero que, eso sí, requiere de un alto nivel de acierto en el que, prácticamente, no cabe el mínimo margen de error. «Sin los títulos nuestro modelo en el mercado del fútbol sería secundario», argumentaba Monchi.