El Sevilla FC ha perdido el encuentro que ha disputado este mediodía ante el Celta por 1-2, que le mete en la pelea por no descender a segunda división.
La imagen del encuentro ha sido el enganchón que han tenido En-Nesyri y Quique Sánchez Flores, cuando ha sido sustituido el delantero marroquí.
El futbolista dio repetidas patadas a los botes de agua, cosa que fue recriminada por el entrenador, teniendo que ser los dos separados por varios jugadores del banquillo.
El motivo de dicho enfrentamiento vino porque el jugador pidió explicaciones a su cambio en el minuto 60, señalándole el técnico a su tobillo, ya que había sido duda hasta el último momento.
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El ariete lleva arrastrando molestias desde hace dos semanas en esa zona y Quique consideró que no estaba al 100%, cuando el goleador sevillista pensaba todo lo contrario.
