García Pimienta no fue contratado por el Sevilla Fútbol Club, simplemente por el buen trabajo que había hecho en la Unión Deportiva Las Palmas, sino porque era un entrenador de perfil bajo y manejable de cara al exterior.
Quique Sánchez Flores, por ejemplo, no era el indicado porque era sincero y claro en las ruedas de prensa, y en algunos de los casos podía dejar al club en mal lugar, ya que no se conforma con lo que hay, sino que es exigente diariamente.
Sin embargo, Pimienta, cambió por completo su discurso en la rueda de prensa previa al partido contra el Barça, ya sea por miedo a una goleada tremenda contra los culés, o porque realmente piensa que la plantilla se le ha quedado muy corta.
Informa Alonso Rivero en El Pelotazo, que el motivo por el que ha habido una decepción brutal tanto en la dirección deportiva como en el club con el técnico, a raíz de sus duras declaraciones, es porque en privado no había mostrado esa indignación ni tantas exigencias.
Saben que quería un lateral, pero él insistía en que si no llegaba, se podía apañar con Pedrosa y Kike Salas, además no sabían nada de que este mes de enero quisiera un centrocampista…
Canal de Whatsapp:
Únete a Nuestro Canal de WhatsApp
Canal de Telegram:
Únete a Nuestro Canal de Telegram
Canal de Última Hora:
Únete a nuestro Canal de Última Hora
Por lo tanto, ahí viene el enfado de la entidad, no entienden porqué de puertas para adentro no se ha mostrado así, y en público ha dejado muy mal a Víctor Orta y al presidente, José María del Nido Carrasco.