Kevin Gameiro no se ha cambiado de dorsal para protagonizar una simple anécdota. No dejó el 7 que le había acompañado en las primeras dos temporadas por superstición o algo parecido. El galo se enfundó el 9 que llevara con gloria Carlos Bacca para tratar de asumir el rol que jugaba el colombiano en el equipo. Quiere ser la referencia ofensiva del Sevilla y con partidos como el debut en Champions Unai Emery no tendrá más opciones que darle su sitio.
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