«Rakitic es otro». Así de contundente se mostraba anoche Míchel cuando era cuestionado por el papel del centrocampista croata ante el Getafe. Rakitic fue el encargado de llevar la manija del centro del campo y estuvo presente en las dos jugadas de gol que dieron la victoria al Sevilla: en la primera, regalándole a Fazio una gran asistencia, y en la segunda, tirando una perfecta pared con Reyes que provocaba el penalti que a la postre anotaría Negredo.