Terminaba el encuentro entre el Córdoba y el Sevilla el pasado miércoles y las alarmas se encendían. La lamentable imagen ofrecida por el conjunto de Míchel hacía prender las primeras chispas de pesimismo en el entorno sevillista sobre las prestaciones del equipo de cara a la temporada venidera. El propio José María del Nido confesaba en la presentación de Cicinho que la imagen ofrecida por su equipo había sido «paupérrima», pero se esmeró en destacar que se trataba de una prueba más de pretemporada y que aún había tiempo de corregir errores.