“Vine aquí para jugar y no para estar sentado en el banquillo. Espero que las tornas cambien un poco en 2015”. Son las palabras de Iago Aspas (Moaña, 1987) justo después de que el Sevilla pasara por encima del Granada (4-0) para enfilar de forma contundente los cuartos de final de la Copa. Aspas cuajó un gran partido, anotando un soberbio gol de cabeza para llegar a siete tantos, lo que le convierte en el máximo goleador del torneo.