El origen del parte de guerra sevillista viene de una comida organizada por los jugadores franceses de la plantilla en la casa de uno de ellos antes del viaje del equipo a Atenas. La ingestión de un alimento en mal estado por parte de los futbolistas, probablemente una tortilla, provocó un cuadro generalizado de salmonelosis y la correspondiente gastroenteritis en los afectados. El peor parado ha sido, sin duda, el centrocampista Nzonzi, que ni siquiera se pudo subir al avión que trasladó al equipo a tierras helenas.