Al dolor deportivo que ha supuesto los dos fracasos en Europa en una misma temporada, tras caer en Champions y ahora en la Europa League, se le une el agujero económico que suponen ambas eliminaciones.
Si ya caer en la máxima competición suponía un desfase 30 millones sobre los 80 presupuestados, la segunda competición no ha servido para mitigar algo este balance negativo, ya que apenas a supesto algo más de 1 millón de euros.
Ahora se tendrá que centrar el LaLiga y aspirar a lo más alto posible para obtener mayores ingresos por TV y poder jugar la SuperCopa, que también supondría un pellizco económico para compesar tanta pérdida.