Resulta difícil saber qué pasa por la cabeza de Eduardo Berizzo en este momento, cuando su equipo da una imagen tan frágil y de conjunto en descomposición que harían temblar a cualquier técnico en su posición. Y más complejo aún es saber qué piensa un Óscar Arias que apostó por el argentino como su principal aportación a su primer proyecto al frente de la Dirección Deportiva sevillista. Pues bien, el onubense no ha perdido su confianza ciega en Berizzo.
