El acuerdo con Doyen con respecto a Botía incluía una condición que obligaba al Sevilla a comprar el cincuenta por ciento del pase del fútbolista por la desorbitada cantidad de 2.5 millones de euros si se lograba clasificación europea. La otra obligación de compra era si el futbolista jugaba una cantidad de partidos a los que no llegó. No aclaró Monchi si se tenían que dar las dos condiciones o sólo una de ellas.