Empieza el baile de enero para el Sevilla. Después de haber soltado músculo el sábado ante el Celta -no demasiado, a tenor de la imagen fatigosa de la tropa de Emery-, el plan de choque ante el exigente y saturado calendario se pone en marcha hoy en Granada. Es hora de tirar del fondo de armario, para dosificar esfuerzos y que no suceda lo que no pocas veces le ha pasado al equipo sevillista a medida que ha ido cruzando eliminatorias coperas al inicio de los últimos años: que se ha dejado puntos de oro en su discurrir paralelo en la Liga. Tacto, criterio, mano izquierda. Todo eso y más tendrá que esgrimir el entrenador vasco a partir de hoy para que el fantástico rendimiento de los fines de semana no se vea menoscabado por el goloso pastel copero.