Hay un plan trazado con Konoplyanka y Emery hará todo lo que esté en sus manos para que el ex del Dnipro no se estanque en su progresión. Un claro botón de muestra es lo ocurrido ayer en el entrenamiento a puerta cerrada del equipo en la ciudad deportiva. Tras la intensa sesión de trabajo dispuesta por el vasco, todos los jugadores se marcharon a la caseta de vestuarios, menos uno: Konoplyanka. Comenzaba en ese momento una vigorosa sesión específica para el ucraniano en uno de los campos anexos de la ciudad deportiva. Sobre el césped, aislados, únicamente tres hombres: el jugador, Unai Emery y su ayudante Dimitri Cheryshev.
