La estrepitosa eliminación del Sevilla FC de la Liga de Campeones le llevará a volver a jugar el torneo que más alegrías le ha dado al sevillsmo en los últimos años. La Europa League se presenta como una nueva oportunidad de hacer historia y ya hay quien se ve levantando la séptima Copa.
Sin embargo, el ser el rival a batir puede suponer un desgaste para una plantilla muy mermada. Además, jugar la final en su estadio puede provocar una presión añadida, con el rival de la ciudad, el Betis, merodeando y con ganas de revancha por el último derbi europeo.
Se da también la circunstancia de que esta competición mete una eliminatoria más en un calendario ya muy cargado, estando muy bien clasificado en Liga y presumiblemente vivo en Copa.