La FIFA dio autorización a los clubes para retrasar la incorporación de los jugadores que participarán en la Copa de África. Los futbolitas apenas llegarán un par de días antes del comienzo del campeonato, una señal de la importancia que se le da a nivel internacional a dicho torneo.
Además, se da la circunstancia de que este campeonato se jugará en unas condiciones sanitarias que desaconsejan su celebración, y en un continente en el que la vacunación apenas llega al 10% de la población.
Por ello, no sería extraño que este retraso sea la antesala de una suspensión que FIFA debería imporner para salvaguardar el interés del fútbol en general. En el Sevilla aguardan pacientes a los acontecimientos, sabedores que un aplazamiento sería aire fresco para la plantilla y la economía del club.