El desmantelamiento impropio en un campeón de una liga tan fuerte como la española, enfermedad que la LFP, de la mano del Gobierno, tratará de enmendar con el nuevo reparto televisivo a partir de 2016, no ha mermado la competitividad del Atlético de Simeone. La marcha de futbolistas de peso como Courtois, Diego Costa, Filipe Luis y hasta Villa ha sido paliada por Gil Marín con la llegada de futbolistas que parecían de un nivel inferior, pero que a los que Simeone les está sacando un rendimiento extraordinario.