Miroslav Djukic es el artífice de un equipo vallisoletano que no tiembla a la hora de tomar riesgos tras volver a la máxima categoría. Su valentía, sin embargo, es tácticamente ordenada y no deja demasiados resquicios a la hora de buscar a su adversario y retarlo a un duelo de golpes. Los recién llegados encontraron huecos en un equipo sin piezas prefijadas, mientras que el ataque se convirtió en una lucha por hacerse con un sitio cada semana.