Era un partido de altura y así lo afrontó el Sevilla Atlético, un equipo que sigue rompiendo registros esta temporada y que en el Nuevo La Victoria de Jaén sumó este partido su decimosexto duelo consecutivo sin perder. Y pudo lograr aún más renta, pero el guión por el que llevaron al partido determinadas decisiones del colegiado, lo hizo más complicado si cabe. Ya cuando Borja Lasso había adelantado a los sevillistas, Mario solo vio una amarilla tras un codazo intencionado a Carlos Fernández. Poco después, llegaba el penalti por supuesto derribo de Matos a Hugo Díaz y que convirtió Sergio Molina.