El mercado de invierno se cerró ayer, y había bastante tranquilidad en las oficinas del Ramón Sánchez-Pizjuán. La dirección deportiva consideraba que el trabajo ya estaba hecho, a pesar de que varias posiciones se han quedado algo cojas.
Es cierto que llegó una llamada del Valencia a última hora, a eso de las once de la noche, y es que el club ché quería romper la cesión de Rafa Mir, ante el interés de la Fiorentina de llevarse al delantero murciano.
En el Valencia no ha cuajado, entre problemas de lesiones y extra deportivos, y el equipo italiano se había interesado en firmarlo en calidad de cedido hasta final de temporada.
Sin embargo, el Sevilla tenía miedo, ya que primero había que romper la cesión con el Valencia y después llegar al entendimiento con la Fiorentina. Teniendo en cuenta el poco tiempo que quedaba, el Sevilla decidió no correr riegos.
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Cabía la posibilidad de que se acabara el tiempo para intercambiar documentos y a cerrar todos los detalles del acuerdo, y que el de Cartagena, tuviera que volver a Nervión, por lo que se decidió tomar el camino más conservador y que siga en la capital del Turia hasta final de temporada.
