El 25 de enero de este mismo año al que le quedan, nunca mejor dicho, tres o cuatro telediarios, Sevilla y Juventus de Turín firmaron la cesión -o más bien venta- del defensa uruguayo Martín Cáceres por un montante global de 9,5 millones de euros, un dinero que, desglosado en 1,5 por la cesión y 8 más por una opción de compra casi obligatoria debido a las variables sencillísimas de cumplir incluidas en su contrato, en teoría, debía servir a la sociedad nervionense para sufragar el desfase económico provocado por la prematura eliminación de la Liga Europa a manos del Hannover 96 en la fase de play off.