Tras dos años en los que José Castro se vio obligado a destituir a tres entrenadores y a elegir a dos directores deportivos, en teoría, el dúo Monchi-Lopetegui lo tendría fácil para enmendar la plana. O no… Un año después de su aterrizaje, Lopetegui se ha salido con la suya a lo grande: la clasificación para la Champions, el alto objetivo que el club siempre musitó sotto voce para no cargar de presión al nuevo técnico. El entrenador de Asteasu logró llegar a la meta con dos jornadas de antelación y con unos números históricos que reflejan la clave principal de su éxito: la solidez y la competitividad. El runrún de que el logro ha llegado a pesar de no contar con un delantero centro goleador va dando paso al reconocimiento de su enorme labor como gestor del grupo, desde un prisma colectivista. En la versión 2.0, ya solidificado el equipo con la Champions como reto, sí hará falta algo más que De Jong. Pero es ya es otra historia. La que está por escribir.